El autoconsumo energético suena mucho, pero ¿qué es y cómo puedes aprovecharlo? Aquí te contamos todo lo que necesitas saber y te respondemos esas 5 preguntas clave que te has hecho…
¿Qué es el autoconsumo?
El autoconsumo es una manera de producir en tu vivienda a través e paneles solares la misma energía eléctrica que consumes en tu casa. Desde 2018 es reconocido en España y no solo permite un ahorro económico en la factura de la luz cada mes, sino que es una medida ecológica, que evita el uso de combustibles fósiles y promueve las energías limpias.
¿Por qué elegirlo?
Apostar por la energía solar tiene muchas ventajas. Te contamos las principales:
- La energía solar no contamina y nunca se acaba
- Contribuye a la independencia frente a las grandes distribuidoras de electricidad y te hacen menos dependientes de las fluctuaciones en los precios
- Aunque no haya sol puedes seguir teniendo electricidad mediante baterías, complementando tu instalación con conexión a la red No pierdes el acceso a la red eléctrica: tu decides qué energía usar, alternando cuando se acabe tu producción
- Puedes generar ingresos adicionales: aunque el mayor ahorro viene de usar la energías que produces, si tu instalación genera excedentes que entregas a la red eléctrica por un valor
¿Qué necesitas?
Basta con tener un espacio con sol, paneles fotovoltaicos y un inversor solar. Los paneles son capaces de captar luz del sol generando energía; el inversor transformará la energía para alimentar la red eléctrica de tu hogar y los electrodomésticos. Para instalarlos necesitarás cableado y estructuras de soporte
¿Y si no vivo solo?
Aunque puede usarse para viviendas unifamiliares que disponen de tejado, también es posible que varias viviendas se abastecen del mismo punto. Este es el caso de las comunidades de vecinos, que pueden elegir entre usar la energía para abastecer las zonas comunes ( pasillos del edificio, garajes o ascensores), para el uso de solo algunos propietarios o para todas las viviendas de la comunidad.
Este tipo de instalaciones son menos comunes puesto que la medición del consumo de cada vivienda resulta complicada. Pero para hacerlo y utilizar el suelo común, solo necesitas un tercio del consenso. Incluso pueden pedir permiso en superficies cercanas y si los vecinos se unen y conforman una comunidad energética, los costos de instalación se reparten, haciéndolo más económico.
¿Qué estás esperando?
Si no sabes qué opción es la tuya pero quieres conocer más sobre cómo aprovechar la energía del sol, déjanos tus datos en nuestro formulario de contacto.
Queremos que sea cada vez más la gente que se una a la energía del cambio.